En un expediente de segunda oportunidad no siempre se tiene que perder la vivienda habitual. Si se cumplen ciertos requisitos la persona podrá conservarla y no entregarla para el pago de sus deudas. El primer requisito es que la hipoteca esté al corriente de pago. El segundo es que el valor de la vivienda en el mercado sea igual o inferior a la carga hipotecaria.